Hoy te proponemos un reto: ¿eres capaz de contar los productos de cosmética con envases de plástico que tienes en el baño sin aburrirte? No te pedimos que los cuentes todos, pero piénsalo: geles, cremas corporales, desodorantes, pasta de dientes… todos con una vida útil muy reducida que te obliga a reemplazarlos en cuestión de semanas.
Ahora imagina cómo ese cúmulo de envases se va multiplicando cada mes, cada año, en cada familia… y muchos acaban flotando en los océanos y contaminando el medio ambiente. ¡Una locura!
Pero no nos pongamos dramáticos: si te has decidido a dar el paso, hoy te demostramos que hay alternativas de calidad (tanto sólidas como líquidas) que te enamorarán por todo lo que duran ¡y por el dinero que vas a ahorrar!
La cosmética sólida: las pastillas que vuelven para quedarse
Las pastillas de jabón no son una novedad. Las hemos visto en muchos baños esperando a ser usadas para enjuagarnos la cara, o en las manos de nuestras madres o abuelas cuando limpiaban los paños.
Pero ahora van más allá. En la búsqueda de alternativas más sostenibles, las pastillas han vuelto como solución y se están consolidando como un formato cada vez más común y versátil: desde pastillas de champú o acondicionador, hasta cremas corporales o pastillas masticables para lavarte los dientes.
Entonces, ¿cuáles son sus ventajas?
- No solo buscan cuidar del planeta, sino también de ti. Por eso estas alternativas suelen ser ecológicas, naturales y veganas, y no emplean químicos.
- Duran mucho más. Al casi no incluir agua, tienen una alta concentración de producto y hará que te cunda durante más tiempo (¡hasta tres veces más!).
- Ocupa menos espacio. Aunque resulte más obvio en algunos productos: guardar en el cajón decenas de hojillas de un solo uso frente a una hojilla de metal para siempre o enormes paquetes de discos desmaquillantes versus tener dos o tres lavables, ocurre con todos. ¡Por fin un baño despejado!
- Es más económica. No te dejes engañar a primera vista, ya que, aunque los productos líquidos envasados en plástico suelen tener un precio más bajo, su duración es mucho más reducida. Así que te merecerá la pena pagar algo más inicialmente para luego olvidarte de reemplazarlos durante unos cuantos meses.
- Es más cómoda para viajar. Ya puedes dejar de guardar todos esos pequeños botes semi-vacíos que ocupan varios estantes y de los que luego te olvidas de qué hay dentro. Además, al tener un formato sólido no tendrás que preocuparte de las restricciones en el aeropuerto.
Además, cada día están disponibles en más tiendas. En Mi Granito de Avena podrás encontrar champús, geles y acondicionadores sólidos con los que podrás cuidar y alimentar tu cuerpo de manera natural. A nosotras nos gustan mucho los productos de Banbu, y si no los has probado, te animamos a pasarte por la tienda a por ellos 😉
Y no solo eso: también tienen disponibles dentífricos en polvo, desodorantes sólidos, esponjas vegetales y jaboneras, estuches y bolsas para almacenar de forma correcta tus productos eco.
La cosmética líquida: recuperamos el granel
Aunque todas las modas vuelven (¡hasta los pantalones campana!), esperamos que la compra a granel se quede para siempre. Y es que cada vez disfrutamos más de ir al mercado, charlar con el encargado o encargada de la frutería o comprar las cosas por su peso.
Esta costumbre se está trasladando de la alimentación al resto de compras, y ya podemos encontrar muchos espacios en los que rellenar nuestro detergente, suavizante, champú o productos de limpieza, entre otros. Eliminando así la necesidad de comprar constantemente envases nuevos que acaben en la basura.
En este caso, encontramos como claras ventajas que:
- Evitan generar desperdicio. Tan fácil como que tú eliges la cantidad que quieres comprar, según tus necesidades y costumbres. ¡Nadie te conoce mejor que tú!
- Fomentan el consumo local. Como en la mayoría de los casos tienes que desplazarte a una tienda a rellenar tus envases, te anima a optar por el consumo local.
- Aprovechan lo que ya tienes. Los productos líquidos a granel te permiten reutilizar antiguos envases de plástico, o darle uso a los tarros de vidrio de alimentos que tenemos en casa vacíos.
- Comparten ventajas de la cosmética sólida. Al igual que estos, tienen ingredientes más ecológicos y naturales, y al no tener que pagar por los envases, te ahorrarás ese gasto.
- Podrás seguir usando tus productos favoritos. Cada vez es más común que las marcas permitan la devolución de envases para su reutilización o la opción de volver a rellenarlos en sus tiendas.
Como ves, hoy en día te resultará sencillo encontrar alternativas más sostenibles, duraderas y de calidad en tu entorno cercano. Te recomendamos empezar poco a poco (no hay necesidad de que te agobies) y reemplazar únicamente aquellos productos que se te van acabando, para no desperdiciar lo que ya tienes.
Si quieres saber más sobre el zero waste (o cero residuos) y comprar de manera responsable, te recomendamos leer estos artículos:
