¿Cuántas personas conoces que les guste perjudicar al medio ambiente? ¿a cuántas les da exactamente igual? ¿y cuántas no actúan por ignorancia? Puede que a medida que hayas respondido a estas preguntas, más nombres hayan venido a tu cabeza. Ahí está la clave, vivimos abrumadas y llenas de opciones (con y sin greenwashing), por eso resulta tan complicado ser una consumidora o consumidor responsable. En este post, te contamos algunos consejos para ser consciente en tus compras.
¿Cómo es el consumidor responsable?
Términos como sostenibilidad, cambio climático, zero waste, Acuerdo de París, COP26… Se han colado en nuestras vidas y subconscientes gracias a toda la atención mediática que reciben y a que por fin, empezamos a ser conscientes de lo que la comunidad científica lleva décadas avisando.
Hacer frente a todos estos conceptos supone un esfuerzo individual y colectivo. Los gobiernos y las empresas deben tomar medidas enfocadas en el triple balance (social-económico-ambiental). Sin descuidar ninguno de estos pilares.
Y nosotras, como consumidoras y consumidores, debemos fomentar y normalizar comprar productos o contratar servicios responsables con el medio ambiente y la sociedad.
No hay más complicación. Nuestros hábitos de consumo marcan la diferencia, por eso queremos compartir contigo 5 tips que pueden ayudarte a cambiar poco a poco tu forma de consumir y aportar tu granito de avena. 😉
#1. No hagas todos los cambios de golpe
Nuestra sociedad está acostumbrada a la inmediatez, así que no es sorprendente que cuando nos proponemos cambiar algo, esperamos conseguirlo en cuestión de días o semanas.
Seguro que conoces a alguien que de la noche a la mañana se ha puesto la etiqueta de “vegano o vegana” por haber visto un documental, o ha empezado de golpe una dieta keto porque “cada vez más gente lo hace” y al cabo de un mes vuelven a su vida anterior.
Esto pasa por querer cambiar todo a la vez, sin una conciencia previa ni un tiempo de aclimatación. Como consecuencia, este nuevo estilo de vida te sobrepasa y acabas volviendo a lo que conoces, porque es simple y no te implica esfuerzo.
Algo similar ocurre con cualquier acción que implica cambiar hábitos: hacer deporte, apostar por una alimentación saludable y sostenible, reducir tus residuos, etc. Y esto nos lleva al siguiente punto.
#2. Empieza por lo más simple
Si quieres cambiar tu estilo de vida, empieza por lo que menos te cueste, lo más sencillo. La base del consumo responsable se basa en la simplicidad, consumir menos y de una forma más inteligente, ¿entonces por qué nos empeñamos en buscarle las 5 patas al gato?
Algunas acciones por las que puedes empezar a tener un estilo de vida más consciente son:
- Apostar por alimentos de proximidad y de temporada, con un impacto ambiental menor y uno social mayor. Se identifican porque son de tu región o nacionales, es decir, que no vienen de otro continente. En el post ¿Cómo identificar alimentos saludables, sostenibles y seguros? encontrarás más información.
- Incluye más alimentos de origen vegetal y productos frescos en tu dieta, además de ser más sanos, contaminan menos. ¿No nos crees? Échale un vistazo a la dieta mediterránea de verdad.
- Evita los envases innecesarios y compra a granel, al peso, con tu bolsa reutilizable. También puedes probar a utilizar cosmética sólida, con un packaging libre de plásticos.
- Planifica tu consumo con todo aquello que necesites comprar: alimentos, cosmética, ropa, accesorios, etc. Te darás cuenta que puedes vivir con menos cosas de las que crees.
#3. Sé consciente de lo que te hace falta
Para ello evita caer en las modas y en las compras por impulso. Ser fiel a tu estilo no significa dejar de darte algún capricho, solo que lo haces de una forma más responsable.
Seguro que has escuchado hablar del documental Minimalism, en él se habla de los beneficios del “menos es más” y de cómo el consumismo y materialismo no dan la felicidad.
#4. Infórmate y sé crítica
Antes de adquirir algún producto, investiga de dónde viene, cuáles son sus ingredientes o materias primas, las prácticas ambientales y sociales de la empresa, etc.
Como hemos comentado en el punto 1, no es algo que se consiga de la noche a la mañana, pero ir integrando pequeñas acciones en tu vida te ayudará a normalizar nuevos hábitos y a ser más fiel en las marcas que confíes.
#5. Nivel experto: el estilo de vida responsable
Cuando decidimos empezar a cambiar nuestros hábitos de consumo, es común que poco a poco abarquemos más aspectos de nuestra vida. Es entonces cuando pasamos a llamarlo estilo de vida o filosofía.
En esta situación, comienzas a tomar decisiones más importantes y siempre alineadas con tus valores, como cambiar de trabajo (un ejemplo es la tienda de Mi Granito de Avena), optar por el autoconsumo y las energías renovables en nuestra hogar, etc.
Todas las decisiones son válidas y necesarias, desde la más simple hasta la más compleja. En nuestras redes (Instagram y Facebook) compartimos consejos para llevar una alimentación saludable y sostenible, recetas con productos locales, etc. ¡Síguenos para no perderte ninguno!
