¿Cuántas cosas eres capaz de hacer al mismo tiempo? ¿Aprovechas el minuto que tienes la comida en el microondas para ir a revisar algo de otra habitación? ¿Perteneces a ese grupo de personas multitarea que necesita correr para llegar a todo, pero no presta la suficiente atención a nada? ¿Sientes que vas a contrarreloj todo el tiempo? Si estás en esta situación y la vida te ahoga un poco, es muy probable que cocines por obligación, lo primero que pilles y de cualquier manera. Pero la cocina es algo que, aunque no lo creas, también está hecho para ti. Y hoy queremos que aprendas a disfrutar de ella.
¿Se puede disfrutar de la cocina?
Si, si y mil veces si. ¿Te contamos un secreto? Entrar a la cocina no tiene por que ser un quebradero de cabeza, o que nos de pereza, podemos aprender a disfrutar del proceso de preparar nuestros platos, y hay muchas maneras de hacerlo.
Es posible que hayas escuchado hablar del estudio que afirma que, a la hora de enamorarnos, es el olor lo que juega un papel fundamental, genera químicos y permite que nuestro cuerpo reaccione de una forma u otra a determinadas personas. Pues bien ¿por qué no ibas a enamorarte también de lo que cocinas? Asegúrate de que cada aroma que emana tus platos sea único, te envuelva y te haga desear quedarte ahí.
¿Por qué se te hace bola cocinar? Busca el problema y soluciónalo
Muchas veces, entrar a la cocina se nos hace bola, y puede que tenga algo que ver con no saber qué es lo que vamos a cocinar ese día. Empezar a darle vueltas, a ver cómo el tiempo se nos echa encima, abrir y cerrar la nevera incontables veces para ver si, a la siguiente, hay algo nuevo que no habías visto, pensar en todos los platos que podrías hacer con los ingredientes que tienes pero que no te apetecen… La verdad es que ,con ese panorama, es muy complicado que nos entren ganas de meterle mano a la cocina.
¿Nuestra recomendación? Cortar el problema de raíz. Escoge un día de la semana, el domingo por ejemplo, y dedícale un rato a preparar el menú semanal. Así te puedes asegurar también de que vas a comer de manera equilibrada y saludable y no hincharte a carbohidratos dejando de lado la proteína, por ejemplo, o que no te va a faltar verdura de muchos colores en el plato. Y si no sabes muy bien cómo organizarlo y quieres hacerlo de la mejor manera posible, nunca está de más pedir ayuda, pon una nutricionista en tu vida.
Una vez está listo el menú, toca organizar la lista de la compra, y así sabes qué vas a comprar exactamente lo que necesitas, ni más ni menos. Y además ya sabes que, si son productos de temporada, ecológicos y a granel, siempre será muchísimo mejor. ¿No sabes dónde conseguirlos? Nuestra primera recomendación (como es lógico), es Mi Granito de Avena, nuestra tienda ecológica de comida a granel en Granada; pero para que veas que hay muchas más, te dejamos aquí un listado de 10 tiendas ecológicas de Granada que no te puedes perder
¡Comparte el momento!
Otra de las cosas que probablemente te echen hacia atrás a la hora de querer entrar por la puerta de la cocina, es que ligues el momento de ponerte manos a la obra, no solo con la obligación, sino también con la soledad. Es probable que vivas con más personas en tu casa que, mientras tú cocinas, están haciendo otras cosas; y a veces te pueda poner de mal humor pensar en por qué no puedes estar tú en su lugar.
Pues bien, algo que une mucho a las familias, a las parejas, a las amistades… Es cocinar en compañía, compartir tareas, momentos… Aprender a disfrutar de la cocina como una actividad vuestra, en la que podéis contaros vuestras anécdotas del día, hablar de cómo os sentís, conectar con la persona que, a fin de cuentas, viven con vosotros y vosotras.
Y ojo, que esto no nos lo hemos inventado nosotras, ya lo estuvimos hablando en el post: “Todo sobre la dieta mediterránea (la de verdad)” en el que os hablamos de que compartir momentos de cocina y comida con nuestros seres queridos es una pieza fundamental de la base de la nueva pirámide alimentaria.
¿Resuena contigo lo que te contamos?
Si la respuesta es sí, seguro que puedes sacar un ratito al día (al menos uno o dos días a la semana, tampoco pedimos demasiado) para reconciliarte con la cocina, volver a disfrutar de la sartén y saborear de nuevo la sensación de comer algo a lo que le has puesto todo tu cariño.
Aún así, somos conscientes de que la vida a veces se nos echa encima, y es muy complicado enfrentarse cada día al fuego, y dejar de hacer otras tareas que consideramos más importantes. Pero, eso no debería ser ninguna excusa que nos sirva para comer mal y rápido, al contrario, eso lo único que nos muestra es que lo nuestro (o por lo menos lo que mejor encaja con nosotros y nosotras en este momento de nuestras vidas) es el batchcooking, y de eso también tenemos bastante que contarte en “Batchcooking eso de lo que todo el mundo habla”. No dejes que un ritmo de vida frenético te lleve a descuidar tu salud. Además, si te organizas bien, esta es una muy buena opción para tener más tiempo durante el resto de la semana.
Sea cual sea la manera que tienes que de preparar tus platos, te recordamos que todos los meses compartimos varias recetas en nuestros perfiles de redes sociales (Instagram y Facebook) para que, aunque te pueda la prisa, nunca te quedes sin ideas para cocinar. Porque ya sabes, está en tu mano (y en la de nadie más) cuidar tu cuerpo lo mejor que sepas, y nosotras queremos animarte a hacerlo y acompañarte en el proceso, estos consejos son, a fin de cuentas, nuestro pequeño granito de avena.
