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A estas alturas de la película, quien más quien menos, todo el mundo sabe que limitar el uso del plástico en nuestro día a día, y si es posible incluso suprimirlo, es algo beneficioso. Tanto es así, que podemos decir que la compra sin plástico, está de moda.

Por desgracia, nos hemos cansado de ver y escuchar noticias de ballenas que acaban varadas en la playa, y a las que se les descubre que han consumido ingentes cantidades de plástico que han acabado en el mar porque no se recicla como es debido. Conocemos de la existencia de enormes vertederos de plástico a miles de km, donde se amontonan toneladas y toneladas de residuos que en Europa usamos sin apenas cuestionarnos.

Y, para colmo, en redes se mueven campañas como #desnudalafruta que nos dejan imágenes tan absurdas como esta. ¿Para qué necesita un pepino plástico? Aunque de esto mismo ya te hablamos en nuestro primer post, cuando Mi Granito de Avena aun era, prácticamente, solo un sueño por cumplir.

Pero por si acaso sigue por ahí alguien que no tenga todo esto claro, hemos preparado algunas razones para convencer a los y las ‘amantes del plástico’ que quedan (¿amantes del plástico? Si es que suena mal y todo) que deben reducir su uso drásticamente. ¿Por qué? Pues porque simplemente ya no está de moda.

En Mi Granito de Avena por suerte lo vemos cada día, cuando nuestros/as clientes llegan a la tienda de alimentación a granel en Granada con una hermosa bolsa de tela en lugar de la de plástico arrugada del súper de turno.

Definitivamente, la vida es más bonita sin plástico. Pero si conoces alguien que lo dude, puedes pasarle este post.

1. Los botes de cristal quedan mucho mejor en Instagram, no te vamos a engañar

Nos jugamos un kilo de arroz ecológico a que no encuentras un o una influencer que suba sus fotos a Instagram mostrando su cocina con los envases de plástico asomando, cual cementerio de basura.

Los botes de cristal, además de lucir mucho más en las fotos, son un material mucho más óptimo para conservar legumbres -ya sean crudas o en conserva-, quinoa, arroz, harina, pan rallado y, en definitiva, lo que nunca falta en ninguna despensa. Y además, lo ves todo de una.

Si además de a los alimentos extendemos este tipo de envases a jabones, cosméticos y la sucursal del plástico en la que se convierte cualquier cuarto de baño, no hay punto de comparación.

2. Compra sin plásticos lo que necesites, ni más, ni menos. Y más sano

Esto es gracioso, pero creo que es un buen ejemplo. Recuerdo un amigo que una vez me dijo que si había probado el nuevo pan bimbo multicolor.

“¿Multicolor?”, le pregunté yo. “Sí, multicolor” -me dijo- “Resulta que ahora venden un pan bimbo que cuando lo compras es blanco pero cuando pasa un tiempo se vuelve verde grisáceo y le cambia el sabor”, me explicó.

Mi pobre amigo acababa de irse a vivir solo y al parecer no sabía lo que era el moho.

Puede parecer exagerado -y lo es- pero hay mucha gente que compra por encima de sus posibilidades. ¿Para qué quiero comprar 5 kilos de patatas si vivo solo y tardaré en comérmelas? ¿O una caja de fresas de un kilo envasada en plástico y más plástico si, aunque me encanten, sé que se me van a poner malas?

Los plásticos, además de que no contribuyen nada a la conservación de muchos alimentos, también marcan cuánto tenemos que comprar de cada cosa. La compra a granel hace que al usar tus propios envases te lleves lo que necesites y quieras. Ni más ni menos. Y si te queda alguna duda, aquel pan multicolor de mi amigo nunca se puso de moda.

3. Olvídate del cajón o el saco de las bolsas de plástico ese que no aparenta nada bien

Piensa en todas las casas en las que has estado y has visto dónde guardaban sus bolsas de plástico para hacer la compra. No las tenían ahí puestas al lado del perchero para que las viera todo el mundo, ¿verdad?

Volvemos a lo mismo. La vida sin plástico es más bonita. Las bolsas de tela o tote-bags por suerte han conseguido convertirse en un elemento de moda para muchos.

Y, de acuerdo, tampoco se trata ahora de tener 30 bolsas de tela y contribuir con ello a todo el gasto energético y la contaminación que también se genera al fabricarlas, pero desde luego, tener algunas de distintas tamaños y funciones (la de la fruta, la de las legumbres…) te hará, además de contaminar mucho menos, ser más práctico y desde luego erradicar el ‘cajón de las bolsas’ que nadie en realidad quiere tener.

4. ¿Te imaginas las calles de Granada llenas de plásticos?

Vivir en Granada es toda una suerte. Tenemos una ciudad preciosa. Así que haz este ejercicio. Según los datos del Ayuntamiento, cada vecino de la ciudad recicló el año pasado 74 kilos de basura, de los cuales la mayoría eran plástico. Recicló. Eso quiere decir que hay otra gran cantidad que no acaba en un contenedor.

Imagina por un momento que esos 74 kilos por persona acaban en las calles de Granada. ¿Cómo estaría la ciudad? De acuerdo, las calles no están llenas de plástico porque precisamente existe el sistema de reciclaje y los equipos de limpieza hacen muy bien su trabajo. Pero es que el proceso de reciclar plástico es uno de los más complejos que hay, así que muchas veces acaban en otro sitio.

Desde luego, lo que nunca va a estar de moda es una foto de la Alhambra rodeada de plástico.

5. Y, sobre todo, porque vivir sin plástico ha sido la moda durante toda la historia

Pensemos un momento. ¿Cuánto tiempo lleva el ser humano viviendo con plásticos a nivel masivo? Si lo miramos bien, desde mediados del siglo pasado… ¡Solo unos 60 años!

No vamos a negar que es posible que el plástico nos haya dado muchas comodidades en este tiempo, pero el ser humano lleva viviendo cientos de miles de años sin plástico en su día a día… Y, sobre todo, sin utilizarlo para casi todo lo que tiene que hacer.

El objetivo es reducir el consumo y uso de plástico. Si puedes eliminarlo por completo (algo realmente complicado todavía hoy en día) será genial, pero todo lo que vayas consiguiendo eliminar hoy te hará estar más cerca de la que ha sido la mayor moda en el Planeta desde sus inicios: la vida sin plástico.

Y si quieres saber más…

Nosotras estamos aportando nuestro granito de avena a la nueva moda de Granada: Una compra sin plásticos. ¿Sabes cómo? Si traes tus bolsas y tarros, te descontamos el precio de la bolsa que hubiéramos tenido que gastar. Poco a poco, paso a paso, detalle a detalle, lograremos el cambio.

Te recordamos que tanto en Instagram, como en Facebook y en nuestra lista de difusión de Whatsapp tienes un montón de consejos y recetas para comer sano, cuidarte, y estar a la moda 😉

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